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19 de diciembre de 2016

Adiantum capillus-veneris

Adiantum capillus-veneris es un helecho común que vive en taludes, muros y oquedades en cantiles rezumantes. 

25 de abril de 2012

Culcita macrocarpa, cinco poblaciones únicas en la Península Ibérica

En esta fotografía tomada el 24 de abril de 2012 se indican 5 poblaciones de Culcita macrocarpa en la parte más alta de las laderas orientadas al norte del valle del río Rumenes o San Esteban. En el barranco de este río hay poblaciones tan numerosas, pero son estas cinco poblaciones de la cresta de cuarcitas que cierra el valle por el sur las que resultan únicas en el contexto del continente europeo, donde siempre se encuentran en el fondo de barrancos cercanos a la costa a la sombra de alisos o avellanos. Aquí, sin embargo, estas poblaciones recuerdan sus poblaciones de las Islas Macaronésicas. 
En esta fotografía, una de las poblaciones en cuestión, la 1. Estas poblaciones tan peculiares fueron descubiertas por nuestro amigo Gonzalo Gómez Casares a finales del año 2003, que amablemente me guió el 24 de abril de 2012. Su cita apareció publicada en el número 49 del Bol. Cien. Nat. R.I.D.E.A. en el artículo titulado "Contribuciones al conocimiento de la flora Cantábrica, VII".
Una fotografía de la misma población. Estas poblaciones, como nos hizo ver Gonzalo Gómez Casares, no son relictas, ya que las glaciaciones del Cuaternario hicieron que el clima impidiera su pervivencia en los Picos de Europa, incluso a la altitud en que se encuentran, entre 500 y 650 metros. Culcita macrocarpa debió llegar en un momento de los últimos 15.000 años, con posterioridad a la Última Glaciación, probablemente en el Óptimo climático del Holoceno (9.000-5.000 B.P.). En el caso de los helechos, que se reproducen mediante diminutas esporas, esto resulta más sencillo que en el caso de los árboles y arbustos de frutos pesados, imposibles de ser transportados por el viento.
La población 2 de Culcita macrocarpa ocupa una ancha grieta entre sendas paredes de cuarcitas formadas en el Paleozoico, en concreto en el Ordovícico, hace entre 500 y 435 millones de años, un periodo mucho más antiguo que el Carbonífero, en que se formó el potente paquete de calizas de los Picos de Europa hace entre 360 y 300 millones de años.
La población 3 de la cresta ordovícica entre el pueblo de San Esteban y la riega los Negros, tributario del río San Esteban o Rumenes. Estas poblaciones son de acceso muy dificultoso. Por el contrario, son fáciles de ver desde el sendero que sube desde el pueblo de San Esteban, municipio de Peñamellera Baja (Asturias) hasta la Braña de Sombeju, cerca de la cual existe la cascada del mismo nombre, que bien merece una visita.
La población 4 vista desde arriba. Quizás la mayor de las cinco poblaciones. Parece tan importante como imposible el censo de estas poblaciones. Una simple estima también parece tarea difícil.
Esta es la última población, la 5. Su exposición netamente al norte y al pie de unas paredes verticales consiguen ofrecerle un hábitat muy umbrío, ya que deben recibir muy pocas horas de luz solar directa anualmente. Sin duda, el microclima especial de estos valles rodeados de altas montañas hace posible la ausencia o escasez de heladas invernales, a pesar de encontrarse a más de 500 metros de altitud.

20 de marzo de 2012

Woodwardia radicans

Woodwardia radicans (L.) Sm. es un helecho que habita en barrancos de bosques y lugares umbrosos y húmedos, generalmente junto a los regatos y en grietas profundas de rocas a baja altitud. Su distribución mundial natural es relicta de las islas macaronésicas (Azores, Madeira y Canarias) y de la costa cántabro-atlántica de la Península Ibérica, con poblaciones más escasas en la isla de Creta, el norte de Córcega, Sicilia, el sur de Italia y Argelia. Todas estas fotografías, excepto la del fronde con soros, fueron tomadas el 12 de abril de 2011 en el río Rumenes o San Esteban, municipio de Peñamellera Baja (Asturias), que entrará a formar parte del Parque Nacional de los Picos de Europa tras aprobarse el proyecto de ampliación actualmente en curso.
En la Península Ibérica es exclusiva de la cornisa cantábrica, litoral gallego y la portuguesa Serra do Gerês, colindante con Galicia, donde habita en barrancos sombríos y abrigados de la franja costera, penetrando excepcionalmente algo hacia el interior, a altitudes entre el nivel del mar y una altitud máxima de 550 metros. En las islas macaronésicas se la encuentra lejos de cursos fluviales, en zonas con monte verde, hasta 1500 metros de altitud.
La explotación forestal es su principal amenaza, pues en muchos casos las plantaciones de coníferas, eucaliptos y acacias llegan hasta las orillas de los regatos donde habita. Es necesaria la protección efectiva de sus poblaciones, ya que en ocasiones los bordes de los regatos quedan cubiertos por los restos de corta. En el artículo "Impacto de la explotación forestal en las poblaciones de Woodwardia radicans en Bizkaia",  publicado en la revista Munibe, determiné que una y, quizás, la principal causa de la desaparición de este helecho es la eliminación de la cobertura arbórea que le protege de las heladas invernales, a las que es muy vulnerable.
Una de las poblaciones de Woodwardia radicans del río Rumenes o San Esteban.
Entre los helechos europeos es el que tiene las frondes más grandes, de hasta 2,5 metros de longitud, de los que dos tercios corresponden a la lámina y un tercio al pecíolo. Es decir, la lámina llega a alcanzar una longitud de 1,6 metros.
Los esporangios se forman en el envés de las frondes entre los meses de junio y octubre, donde forman líneas discontinuas amarillentas.
En esta imagen estoy entre frondes de Woodwardia radicans y justo delante de varios frondes de Culcita macrocarpa, en esta localidad donde ambos helechos paleotropicales conviven en la ribera del río Rumenes o San Esteban, Peñamellera Baja (Asturias).

16 de marzo de 2012

Hymenophyllum tunbrigense

Hymenophyllum tunbrigense (L.) Sm. es un diminuto helecho con frondes de unos 5 centímetros de longitud, pero que a veces alcanzan los 10 cm. Las frondes son tan finas que resultan traslúcidas. Los esporangios donde se producen las esporas están protegidos por un indusio con dos valvas en forma de copa. Vive en barrancos sombríos y húmedos a baja altitud sobre rocas silíceas de Europa y Macaronesia (Azores, Madeira y Canarias).
Esta fotografía fue tomada el 12 de abril de 2011 en el arroyo de Rumenes o San Esteban, municipio de Peñamellera Baja (Asturias). En la Península Ibérica se encuentra en A Coruña, Asturias, Cantabria, una localidad en Bizkaia, Gipuzkoa y la vertiente cantábrica de Navarra. Dentro de las Islas Canarias sólo es frecuente en la isla de La Gomera, está presente de forma muy escasa únicamente en la península de Anaga dentro de la isla de Tenerife y parece extinguida en la isla de Gran Canaria.
El 12 de abril de 2011 tomé esta fotografía del arroyo de Rumenes o San Esteban, un curso fluvial en un estado de conservación óptimo. En la actualidad está tramitándose su inclusión dentro de los límites del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Este curso fluvial es el hábitat de dos anfibios endémicos del cuadrante noroccidental de la Península Ibérica: la Rana patilarga (Rana iberica) y la Salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica). Esta última especie se encuentra en el límite de su distribución oriental.

15 de febrero de 2012

Culcita macrocarpa

El género Culcita pertenece al Orden Cyatheales, donde se incluyen helechos del Terciario, como los helechos arborescentes de la Familia Dicksoniaceae. Del género Dicksonia se conocen fósiles del Jurásico: Dicksonia oregonensis (1) (EEUU) y Dicksonia concinna (Irán). La propia Culcita macrocarpa la describió L´Héritier con el nombre de Dicksonia culcita en el año 1788 sobre plantas de la isla San Miguel de las Azores. Karel Borivoj Presl la renombró con su denominación actual en el año 1836. En la fotografía, detalle de los soros maduros con su característico indusio bivalvo en el extremo del reverso de la lámina.
Este "fósil viviente" es un helecho propio de la laurisilva del Terciario, un bosque formado por especies perennifolias en un clima cálido y húmedo. Bajo la sombra de su espesura sólo conseguían vivir algunas especies vegetales, principalmente helechos, musgos y líquenes. Ya en el Cuaternario, las sucesivas glaciaciones y los periodos secos interglaciares redujeron los dominios de la laurisilva a pequeños enclaves donde se han mantenido algunas de sus especies de forma relicta. Esos enclaves en la Cornisa Cantábrica son profundos barrancos con una intensa influencia oceánica que amortigua el frío y las heladas invernales. Ahí, un cerrado bosque de ribera (alisos o avellanos) mantiene una umbría permanente, con un alto grado de humedad y una temperatura suave y homogénea a lo largo del año. En la fotografía, detalle del anverso de la lámina.
Para una descripción de la especie, véase Flora Iberica. Es un endemismo ibero-macaronésico. Es común en el archipiélago de las Azores, donde está presente en todas las islas, excepto en una. También se encuentra en la también portuguesa isla de Madeira. El resto de las poblaciones silvestres son españolas. En el archipiélago canario sólo está presente en la isla de Tenerife, donde se encuentra una población censada de 1.669 individuos en la península de Anaga. En los archipiélagos macaronésicos habita en el monte verde, un hábitat que debe parecerse mucho a la laurisilva del Terciario. En la fotografía, varios individuos en la localidad indicada más abajo, junto al río Rumenes o San Esteban.
En la Península Ibérica ocupa otros hábitats, ya que no existe el "monte verde". Las mayores poblaciones son las gallegas de A Coruña, donde hay censados 18.820 individuos en 8 poblaciones asentadas en avellanedas junto a cursos fluviales del extremo norte de dicha provincia. Las poblaciones de la Cornisa Cantábrica viven en alisedas. En Asturias se han censado 1.117 individuos en 22 poblaciones y entre Cantabria y Bizkaia 66 individuos en 5 poblaciones. En las sierras de Algeciras (Cádiz) se han censado 300 individuos en 6 poblaciones que viven en los ojaranzales de los "canutos". Para más detalles, véase el Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España, que lo incluye en la categoría En Peligro de Extinción (EN). En la fotografía, detalle de una fronde de la población de la aliseda del río Rumenes o San Esteban.
En cuanto a sus amenazas en Galicia y la Cornisa Cantábrica, la principal es la explotación forestal. Por ejemplo, las poblaciones de Castro Urdiales y Alfoz de Lloredo (Cantabria) han sufrido mucho con la tala y saca de la plantación de eucaliptos que se ha hecho en su hábitat. En Cádiz son los incendios y el pastoreo sus principales amenazas y, en Tenerife, el pisoteo y artificialización de su hábitat con fines turísticos. En la fotografía, se observa el engrosamiento del borde de la lámina en una vista del anverso debido a la presencia de los soros.
El descubridor de las poblaciones de Picos de Europa, nuestro amigo Gonzalo Gómez Casares, estima que la población de la Riega los Negros puede contener tantos individuos como las mayores de A Coruña. Falta un censo preciso de esa población, que no será fácil porque se encuentra en una ladera con mucha pendiente. Todas estas poblaciones quedarán incluidas en el Parque Nacional de los Picos de Europa tras la ampliación del mismo, actualmente en curso. En la fotografía, fronde con soros de la población de la ribera del río Rumenes o San Esteban.
En esta imagen, la localización de los ejemplares fotografiados de Culcita macrocarpa. Gracias a la nieve se distinguen los tres macizos de Picos de Europa: Occidental, Central y Oriental.