El Lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi) es un endemismo de la Península Ibérica: mitad norte de Portugal, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, norte de las provincias de Burgos, Palencia, León, Zamora, además del Sistema Central desde Portugal hasta Soria. En estas zonas es relativamente abundante con la excepción del País Vasco, donde es una especie rara. En la mitad sur de la Península su abundancia es mucho menor y hay poblaciones aisladas en varios sistemas montañosos y en zonas litorales muy húmedas de la costa portuguesa, según Adolfo Marco en el Atlas y libro rojo de los anfibios y reptiles de España. En los últimos años hemos detectado su aún mayor enrarecimiento en el País Vasco, mientras que otros aficionados a la herpetología han registrado su desaparición en varias localidades de Cantabria donde era relativamente común hace 20 años. Tomé estas fotografías el 2 de junio de 2013 en Oyambre (Cantabria). Las tres primeras son de machos en celo y la cuarta de una hembra.
Durante el trabajo de campo para el libro "Anfibios y reptiles del Parque Nacional de los Picos de Europa" sus autores obtuvieron 9 observaciones de Lagarto verdinegro en un rango de altitudes de entre 270 y 437 metros, mientras que de Lagarto verde fueron 82 las observaciones a una altitud de entre 460 y 1605 metros. Es decir, no se encontraron poblaciones simpátricas.
En el artículo de Adolfo Marco y César J. Pollo "Análisis biogeográfico de la distribución del Lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi Bedriaga, 1878)", publicado en la revista Ecología en el año 1993, dejan constancia de cómo en las zonas donde coincide con el Lagarto verde (Lacerta bilineata), este le sustituye. Esta zona en la que viven en simpatría incluye el País Vasco, Cantabria, este de Asturias y norte de Castilla y León.
Adolfo Marco en la Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles explica el posible origen de estas dos especies, que se habrían diferenciado a partir de un ancestro común hace aproximadamente 8-10 millones de años tras la elevación de los Pirineos en el Mioceno tardío, que habría actuado como barrera orográfica durante los períodos glaciares, aislando a las poblaciones ibéricas del ancestro común europeo. Posteriormente, se habría producido una expansión natural del Lagarto verde en la península Ibérica, que podría seguir en curso, y que, por tanto, podría perjudicar a las poblaciones de Lagarto verdinegro, ya que en la competencia interespecífica este último resultaría arrinconado a los hábitats no ocupados por el Lagarto verde.