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29 de noviembre de 2015

Menhires de Sejos y grabados de Peña Tú

Si los humanos del Paleolítico vivieron de la caza de grandes mamíferos y la recolección de frutos silvestres, en el Neolítico cambiaron su vida nómada por otra sedentaria, necesaria para desarrollar la agricultura y la ganadería. Con una flecha negra se indica la localización de los menhires de Sejos, cerca del collado entre los cuetos de La Jelguera a la izquierda y La Concilla a la derecha, municipio de Polaciones (Cantabria). Fueron dados a conocer en el año 1982 tras ser descubiertos por miembros de la Asociación de Amigos del Monasterio de Aguilar de Campoo (Palencia). El Gobierno de Cantabria el 18 de septiembre de 2013 declaró la Estación Megalítica del collado de Sejos-Cuquillo, en los términos municipales de Polaciones y la Mancomunidad de Campoo-Cabuérniga, como Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica. Tomé las fotografías de los menhires de Sejos el 10 de noviembre de 2015. Pinchad en la imagen para verla mayor.
En la revista Nature apareció publicado en marzo de 2014 el artículo "Derived immune and ancestral pigmentation alleles in a 7,000-year-old Mesolithic European", donde tras secuenciar completamente el genoma de un hombre del Mesolítico de hace unos 7.000 años, descubierto en el yacimiento arqueológico leonés de La Braña-Arintero, concluyeron que el color de su piel era mucho más oscuro que el de los europeos actuales. Es posible que los humanos del Mesolítico y períodos anteriores de Europa fueran de piel oscura y que el color de piel de los europeos actuales tenga su origen en la llegada de los primeros agricultores desde Asia durante el Neolítico. En la fotografía, el cercado muy deteriorado que protege los cinco menhires de Sejos.
En resumen, los humanos del Neolítico no son descendientes de los del Paleolítico, quienes pintaron y grabaron en las cuevas y abrigos, sino que proceden, al menos en parte, de una población de agricultores y ganaderos que llegó desde Asia hace unos 5.000 años y que se mezcló con los cazadores-recolectores locales. En la fotografía, uno de los menhires de Sejos.
El artículo "Genome-wide patterns of selection in 230 ancient Eurasians", publicado en la revista Nature en noviembre de 2015, apoya la idea de que los primeros agricultores-ganaderos europeos llegaron de un territorio de la actual Turquía. En la fotografía, otro de los cinco menhires de Sejos.
Los actuales europeos serían el resultado de su cruce con los cazadores-recolectores mesolíticos locales, y más tarde, en la Edad del Bronce, con una población llegada desde las estepas asiáticas. Las poblaciones ibéricas tienen menos genes de cazadores-recolectores que otras del norte de Europa, y menos genes de las estepas que otras del centro y norte de Europa. Además, tribus asiáticas diferentes y en tiempos distintos trajeron consigo a cada zona de Europa la agricultura y la ganadería. De hecho, el origen de las grandes similitudes entre todos los europeos son las poblaciones mesolíticas locales y no las poblaciones asiáticas que trajeron la agricultura y la ganadería. En la fotografía, otro de los menhires de Sejos.
La introducción de la agricultura y ganadería en Europa hace unos 8.000 años cambió la vida de sus habitantes, dejando su huella en nuevas adaptaciones genéticas que cambiaron el color de la piel y los ojos, la tolerancia para digerir la lactosa en la edad adulta y la estatura. La pigmentación clara de la piel habría sido necesaria para poder sintetizar vitamina D a partir de la radiación ultravioleta para suplementar su escasez en las dietas basadas en la agricultura, pobres en esa vitamina. En la fotografía se ven los dos menhires de Sejos que presentan grabados antropomorfos.
La persistencia de la enzima lactasa que permite digerir la leche en la edad adulta apareció en Europa hace solo unos 4.000 años. Respecto de la mutación del gen de la lactasa, Carles Lalueza-Fox considera que "se trata probablemente del rasgo que presenta una mayor ventaja para la supervivencia de los europeos, es decir, la característica genética que la evolución ha seleccionado con una mayor intensidad...por la gran ventaja que suponía disponer de la leche como fuente de alimento durante la vida adulta". En la fotografía, uno de los menhires de Sejos con grabados antropomorfos.
La altura mayor de las poblaciones actuales de los habitantes del norte de Europa tendrían su origen en el mayor grado de genes de las poblaciones llegadas entonces desde las estepas, que eran más altas que las que asiáticas que trajeron la agricultura. En la península Ibérica la altura de sus habitantes fue decreciendo desde el Neolítico hasta la Edad del Cobre. Detalle de los grabados antropomorfos del menhir de Sejos de la fotografía superior.
En "Peña Oviedo, poblado neolítico pastoril" escribimos sobre el asentamiento Neolítico que se encuentra a 1.250 metros de altitud, a mitad de camino entre el valle de Camaleño y Áliva. Lo construyeron hace unos 5.000 años según las dataciones con carbono 14, época en la que se desarrolló el megalitismo. En dicho poblado se encontraron numerosos restos de animales domésticos, principalmente ovejas y cabras, pero también vacas y cerdos. Entre los megalitos, se han encontrado tres túmulos con cámara dolménica. También se encontró un molino de mano y un vaso de cerámica, expuestos en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria. En la fotografía, el segundo menhir de Sejos con grabados antropomorfos.

En la fotografía superior izquierda, detalle de los grabados del menhir de Sejos de la fotografía anterior. En la superior derecha, el grabado antropomorfo de Peña Tú, cerca de Llanes (Asturias). Llama la atención el gran parecido que tienen entre sí, y lo poco que se parecen a las pinturas y los grabados de los humanos del Paleolítico, aquellos que pintaron, por ejemplo, Altamira. Como dijo Pablo Picasso, "después de Altamira todo el arte parece decadente".
En Peña Tú de Vidiago (Llanes) se conserva un panel junto a antropomorfos esquemáticos y puntuaciones, todo ello pintado. El ídolo y el puñal triangular con lengüeta y clavos para enmangue dispuestos en arco que le acompaña están grabados y pintados en rojo. El lugar elegido para su ubicación domina una necrópolis de túmulos, cuya excavación n no proporcionó una evidencia cultural y cronológica precisa, si bien todos los materiales corresponden a un horizonte cultural megalítico. Tomé esta fotografía el 2 de abril de 2012.
En esta fotografía aérea se ven los Picos de Europa y se indica la localización de Peña Tú y los Menhires de Sejos. Pinchad en la imagen para verla mayor.

29 de septiembre de 2012

Peña Oviedo, poblado neolítico pastoril

El poblado neolítico de Peña Oviedo se encuentra a mitad de camino entre el valle de Camaleño y Áliva. En el artículo "El asentamiento de la Peña Oviedo (Camaleño, Cantabria): La colonización de las áreas montañosas de la Cornisa Cantábrica", de Agustín Díez Castillo, publicado en el monográfico titulado "Primeros agricultores y ganaderos en el Cantábrico y Alto Ebro" en la revista Isturitz. Cuadernos de Prehistoria-Arqueología, 6 (1996) puede leerse que, según los análisis con C14, el poblado tiene una antigüedad de 5.000 años. Es en esta época cuando se desarrolla el megalitismo y se constata una notable presencia de animales domésticos, principalmente ovejas y cabras, pero también vacas y cerdos.
Entre las estructuras del poblado neolítico de la campa de La Calvera, a 1.250 metros de altitud, se encuentran estructuras que indican que un grupo de humanos vivió y explotó los pastos de la zona, y al mismo tiempo, erigió dólmenes, monumentos megalíticos funerarios. Entre los primeros se encuentran un pozo circular excavado de unos 90 cm de diámetro y 60 cm de profundidad que debió tener funciones de silo y una zanja que sirvió para la cimentación de una cabaña de planta cuadrangular. Entre los megalitos, hay tres túmulos con cámara dolménica y otros dólmenes con los túmulos arrasados. Efectivamente, hasta nuestros días han llegado muchos megalitos funerarios, construidos con grandes losas de piedra, mientras que de las cabañas pastoriles donde vivían nos quedan pocos indicios o ninguno, porque en su construcción se usaban elementos vegetales como la madera, de poca durabilidad.
El pastoreo ha modelado el paisaje de los Picos de Europa. La vegetación potencial (la que habría si no fuera por la acción humana) de las superficies ocupadas actualmente por pastizales en el piso montano, hasta una altitud de 1.600-1.700 metros, es el hayedo (Fagus sylvatica) y el robledal albar (Quercus petraea). El hayedo ocuparía actualmente la mayoría de la superficie y el robledal albar lo sustituiría sobre sustratos silíceos, favorecido por precipitaciones menores y la pobreza de nutrientes en los suelos. Sin embargo, la expansión del hayedo en la Cordillera Cantábrica solo tiene 3.000 años, por lo que las poblaciones humanas de los Picos de Europa ya practicaban el pastoreo 2.000 años antes de la llegada del haya, que ha ido desplazando progresivamente al roble albar en los últimos 3.000 años.
Por encima de los 1.600-1.700 metros, si no fuera por la actividad ganadera, la vegetación subalpina estaría dominada por matorrales: erizón (Genista legionensis), abrojo (Genista hispanica subsp. occidentalis), enebro rastrero (Juniperus communis subsp. alpina), arándano (Vaccinium myrtillus), agracejo (Berberis vulgaris), rosa de montaña (Rosa pendulina), beriz (Erica vagans) o brecina (Calluna vulgaris). Solo en el piso alpino, por encima de los 2.200-2.400 metros de altitud, la vegetación estaría formada por herbáceas, pero con baja cobertura sobre un sustrato rocoso en gran parte desnudo. Como sucede en la actualidad, el uso del fuego y el pastoreo intensivo debieron ser las herramientas usadas para formar los pastizales del piso subalpino. Sin el uso del fuego y el pastoreo, el matorral ocupa rápidamente sus antiguos dominios, prueba de que los pastizales de los Picos de Europa no son naturales, sino generados por la actividad ganadera. Tomé estas fotografías el 7 de agosto de 2012 en Peña Oviedo, sobre el pueblo de Mogroviejo, municipio de Camaleño (Cantabria).

Postdata
Molino de mano hallado en este yacimiento, fotografiado el 5 de julio de 2013 en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.
Vaso cerámico hallado en este yacimiento, fotografiado el 5 de julio de 2013 en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.