25 de febrero de 2014

El pastoreo perjudica al arándano y, por tanto, al Urogallo cantábrico

En el Documento técnico para la conservación y mejora del hábitat del urogallo (Tetrao urogallus cantabricus) en la cordillera Cantábrica puede leerse en su página 6 que en las poblaciones europeas "las hojas y frutos de arándano (Vaccinium myrtillus) constituyen el alimento principal durante el final del verano y el otoño". También que en la cordillera Cantábrica en invierno consume "tallos y yemas de arándano", que en primavera, "además de partes verdes de arándano y brecina y diversas herbáceas como la lúzula (Luzula sylvatica subsp. sylvatica), la anémona (Anemone nemorosa) y otras", y que "en verano y otoño el arándano suele ser la especie más consumida, sobre todo sus bayas, cobrando también importancia el acebo junto con la brecina, algunos helechos y herbáceas. En la fotografía superior, mata de arándano con frutos maduros.
En la página 7 de dicho documento se lee que "el arándano es una especie clave en todo su rango de distribución. Sus ramas, hojas, flores y frutos son su alimento principal durante el verano y el otoño en poblaciones europeas y en la cordillera Cantábrica. La dependencia entre urogallos y arándanos es tan estrecha que en Noruega se ha comprobado una relación directa entre los ciclos de producción de las arandaneras y los ciclos de abundancia de los urogallos. Los insectos que se localizan sobre esta planta, especialmente las larvas de lepidópteros, son un alimento básico para los juveniles durante las primeras semanas de vida. La abundancia de estos insectos condiciona el éxito reproductivo en las poblaciones de urogallo. Se ha comprobado que los pollos con mayor contenido de restos de orugas en sus excrementos son los que tienen una mayor tasa de supervivencia. Además, las matas de arándano proporcionan un refugio frente a los predadores, especialmente importante durante los periodos de incubación, cría y muda. En Escocia se ha comprobado que la abundancia de arándano condiciona el éxito reproductivo." En el documento siguen hablando del arándano (la palabra "arándano" aparece 127 veces). En la fotografía, una rama de arándano con flores.
En la Monografía del Real Jardín Botánico "Flora y vegetación orófila de los Picos de Europa", de Herminio Nava, publicada en el año 1988 (referencia bibliográfica no incluida en el citado Documento), buscando al arándano, podemos ver en la página 230 una tabla sobre el hábitat "brezales y cervunales con brezo", en el que dominan el arándano y la brecina (Calluna vulgaris), a una altitud de entre 1.530 y 1.920 metros, "comunidades arbustivas acidófilas que se instalan sobre los cervunales, por lo que presentan un cortejo florístico formado, predominantemente, por estos céspedes. La cobertura dominante de Calluna vulgaris y una mayor presencia de Vaccinium myrtillus son las únicas características diferenciales en los Picos del estadío maduro de esta comunidad." En la fotografía, una rama de brecina (Calluna vulgaris).
Respecto de esa orla supraforestal donde dominan la brecina y el arándano, especies tan importantes para el urogallo cantábrico, Herminio Nava en la página 232 de dicha monografía escribió que los cervunales, empleados como pastizales del ganado, acaban siendo invadidos por el arándano y la brecina "si la carga ganadera no es suficiente". Es decir, los usos tradicionales ganaderos son el principal problema para la persistencia de este hábitat clave en la vida del urogallo cantábrico. En la fotografía, arándano y Luzula sylvatica.
Los ganaderos presionan para conseguir nuevos derechos de pastos (necesitan 1 hectárea por cada vaca), ya que solo así pueden cobrar las subvenciones, que ya suponen el 60% de sus ingresos. Los bajos precios del ganado les obligan a aumentar el tamaño de su cabaña ganadera: si para vivir como ganadero de bovino de carne antes eran suficientes 30 vacas, ahora son necesarias 100, y muchos tienen 200 o 300 para poder alcanzar unos ingresos acordes con los tiempos que corren. En la Cordillera Cantábrica, los incendios y los desbroces pretenden convertir en pastizales diferentes hábitats arbustivos, entre ellos estos mosaicos de arándano y brecina. La explotación ganadera de la montaña de ningún modo puede ser un aliado en la lucha por la conservación del urogallo cantábrico. En la fotografía, detalle de una planta de Luzula sylvatica subsp. sylvatica.
La explotación ganadera de las montañas favorece a diversas especies de animales amenazados, ya que sus carroñas sirven de alimento a quebrantahuesos, alimoches y buitres, y sus excrementos sirven de alimento a los escarabajos coprófagos, muy importantes en la dieta de las chovas. Incluso puede beneficiar al oso gracias al aporte de carroñas, pero no al urogallo cantábrico, al contrario. En la fotografía, Anemone nemorosa.
En la fotografía, acebo (Ilex aquifolium) con frutos, otra de las plantas que sirven de alimento al urogallo cantábrico.

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