El género Petrocoptis, de la Familia Caryophyllaceae, está formado por especies que viven en extraplomos con fisuras rezumantes. De la especie Petrocoptis pyrenaica se distinguen tres subespecies: pyrenaica, endémica del Pirineo Occidental y los Montes Vascos; glaucifolia, endémica de la Cordillera Cantábrica; y viscosa, endémica de El Bierzo leonés. Del mismo géneros son el resto de las especies ibéricas, ocho taxones endémicos de las montañas y desfiladeros del norte de España: P. grandiflora, P. hispanica, P. pseudoviscosa, P. crassifolia, P. montserratii, P. montsicciana, P. pardoi y P. guarensis. Estas fotografías las tomé junto al pueblo de San Esteban, municipio de Peñamellera Baja (Asturias).
Petrocoptis pyrenaica subsp. glaucifolia fue recombinado por Pedro Montserrat y Francisco Javier Fernández Casas en 1988 a partir de la Silene glaucifolia, descrita por Lagasca en el año 1805. Florece entre mayo y agosto a altitudes entre 0 y 2.000 metros de altitud, aunque estas fotografías de plantas en plena floración son del 30 de abril de 2012, lo que solo es posible en localidades a baja altitud como esta de San Esteban, a menos de 300 metros.
Las fotografías de estas plantas se corresponderían con lo que describieron H. Merxmüller y J. Grau en el año 1968 como Petrocoptis pyrenaica subsp. wiedmannii, que sería el taxon que habita en el cántabro Desfiladero de La Hermida (de donde es el holotipo de sus descriptores) y en sus zonas colindantes en el municipio asturiano de Peñamellera Baja. Merxmüller y Grau también la citaron del desfiladero asturiano del río Teverga, al suroeste de la capital asturiana, lejos de los Picos de Europa. Actualmente no se acepta este taxon y no sabemos si hay motivos para reconsiderar la decisión que tomaron los autores del género en Flora iberica, ya que los autores del Catálogo florístico del Parque Nacional Picos de Europa, publicado en el año 2011, sí que lo han incluido en el listado de taxones.
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